miércoles, 22 de octubre de 2008

De la Megaferia de la Producción al mercadillo de pulgas

Leemos en la enciclopedia que "un mercadillo es un mercado ambulante el cual se instala generalmente al aire libre en uno o varios días determinados de la semana. Otros nombres alternativos son mercado sobre ruedas, mercado al aire libre, mercado de pulgas, rastrillo, bazar, plaza y tianguis."
"Esta modalidad de «venta ambulante» tiene muy distintas formas dada la gran variabilidad de estos mercadillos (y los productos que ofrecen) alrededor del mundo.
Los mercadillos suelen situarse en lugares públicos o cedidos por el Municipio de la localidad tales como plazas, avenidas, estacionamientos, etcétera."
"Los puestos suelen consistir en tenderetes que están formados por estructuras metálicas desmontables sobre los que se coloca un tablero a modo de mostrador. Sin embargo, también puede colocarse el género sobre mesas plegables o directamente en el suelo sobre mantas, cestas u otros recipientes. Los productos que se ponen a la venta son de lo más variado: productos alimenticios, prendas de vestir, productos para el hogar, plantas, abalorios, etc. Cada vendedor debe pedir su licencia de venta al Municipio, pagar la tasa correspondiente y se le asigna un puesto determinado."
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¿Le parece conocido lo que acaba de leer? ¿No es una descripción acertada de lo que en Rojas llamamos "la megaferia"?
Es que nuestra orgullosa Megaferia de la Producción "De Rojas para el Universo y sus alrededores" se ha convertido en eso: en un mercado de pulgas donde los expositores pagan a precio de oro un lugarcito donde vender sus productos, y la gente va a gastarse su platita en espejitos de colores. Producción... minga.
Y hablando de minga, ¿Por qué no se sinceran y organizan una buena minga todos los años, con espectáculos de calidad como los que traía la minga al principio, y una feria artesanal de calidad?
Acuérdese de lo que era la megaferia cuando empezó, tanto con el gobierno anterior como en los primeros años del que tenemos ahora. Se programaban oportunidades para empresarios, venían funcionarios que traían planes de financiación, actividades de capacitación... había charlas técnicas en los stands, varios auditorios para conferencias, se organizaban rondas de negocios, estaban los stands de los bancos que atendían a los industriales y les ofrecían acuerdos comerciales... se hablaba de exportación, de trámites aduaneros, estaba la gente del Puerto Seco... ¿qué quedó de todo eso? un negocio de alquiler de stands, una feria artesanal, juegos para los chicos... y muy poco más.
Esto no es una crítica, sino una apreciación de la realidad, que por otra parte es lo que comenta la gente en todas partes. Si lo que queremos hacer es un mercado de pulgas por tres días al año, está perfecto, pero no nos rasguemos las vestiduras hablando de producción.
Hablando de producción, es mucho más larga la lista de los que faltaron que la de los que estuvieron. ¿Y por qué no van las empresas? Es muy fácil: porque no les sirve. En Rojas hay industrias que invierten miles de dólares en viajar a ferias internacionales, pero en la Megaferia no están. ¿Y por qué? Porque así como está, no les sirve para nada.
También es una realidad que "el mejor equipo" que comenzó con esta gestión de gobierno, ya no está. Lo que se pudo apreciar, es que el secretario de Producción y algunos pocos funcionarios trataron de que la Megaferia siga siendo una oportunidad de negocios para nuestras empresas, pero los han dejado solos y semejante desafío necesita del esfuerzo y la colaboración mancomunada de aquellos que asumieron el compromiso de hacer un Rojas pujante, pero que hoy sólo están para la foto y alimentar su ego subiéndose al carro de los "poderosos" de turno.
Hay que buscarle la vuelta, poner mucha imaginación y dejar de lado algunas "pícaras" costumbres... porque para terminar esta nota, una "perlita":
Dicen las malas lenguas que a las instituciones del patio de comidas les pidieron, además del pago que estaba establecido, una "contribución" en tickets de comida y bebida.
Una persona de una institución nos comentó que tenía curiosidad: ¿para qué querrían esos tickets? Entonces, marcó los vales entregados. ¿Y saben quienes fueron a comer con esos tickets? Nosotros no lo sabemos, pero ellos dicen que habrían sido nada menos que un par funcionarios del gobierno municipal. ¿Será cierto?

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