martes, 4 de noviembre de 2008

¿Trabajo digno o explotación de mujeres?


El martes 28 ppdo. las trabajadores del Centro Integrador Comunitario, que se levanta en Barrio Progreso, hicieron reclamos por las condiciones en las que se encuentran trabajando.
Como se recordará, hace algunas semanas, las trabajadoras habían reclamado el cese del pago de los $ 150 del plan social que recibían, los montos que habían percibido en calidad de remuneración y las condiciones en las cuales se encontraban llevando a cabo su labor.
El accionar municipal, pudo calmar los ánimos, pero fue solamente un parche que ya dejó de contener la fisura que presenta esta modalidad de trabajo en nuestra ciudad y volvieron los reclamos.
Entre las quejas de las trabajadoras se encuentra una vez más los magros sueldos percibidos, el quite de los $ 150 que percibían en concepto de planes sociales y que la restitución que le habían hecho desde la Municipalidad de esa suma en su anterior protesta, hoy, ya que se "calmaron las aguas", se las están descontando. Se suma a las denuncias de las trabajadoras la obligación que tuvieron que afrontar de comprarse las herramientas y la indumentaria laboral.
Incluso, como si esto no bastara, denuncian que se les descuenta a cada una de ellas una suma en concepto del pago del sereno del lugar.
El monto que reciben en concepto de haberes, lo hacen en un papel sin ningún aval legal, ya que no figuran los aportes que por ley se deben hacer a todos los trabajadores, o sea, estarían cobrando en negro.
Entre las denuncias existe la sospecha que desde el ámbito municipal se ha cobrado a la Provincia por trabajos que aún no se han llevado a cabo en el lugar, por ejemplo, revoques, (recordemos que la financiación de la obra está encuadrada en un plan provincial de empleo). Incluso una de ellas manifestó que desde la Municipalidad le habían dicho que se iba a sacar plata de la Cooperativa para pagarles a ellas pero que después la tenían que devolver, su queja expresaba textualmente: "no entiendo, nosotros nos pagamos el sueldo y luego tenemos que devolver ese sueldo de nuestro bolsillo…".
NOTICIAS visitó en más de una oportunidad el lugar, las fotos testimonian los avances de tan importante obra para Rojas, las mujeres que trabajan allí dan fe de su esfuerzo y eficacia, "pese a ser mujeres", como manifestó una de ellas. Muchas veces se escucha la crítica por el asistencialismo que los gobiernos fomentan en las épocas de elecciones, por el acostumbramiento de la gente a esa modalidad, pero las madres de familia que están poniendo el hombro en la construcción del CIC, dejaron demostrado que si les da trabajo, están dispuestas a trabajar, incluso en un trabajo que demanda resistencia física, contextura robusta, algo que el sexo femenino no posee y condición que las pone en desventaja, más cuando deben descargar camiones de ladrillos, subir viguetas de hormigón a aproximadamente tres metros de altura, acarreo de hormigón para el llenado de losas y otros quehaceres que hacen al trabajo de albañilería…
Dado que al predio del CIC, lugar de su protesta, no se había llegado ninguna autoridad municipal a escucharlas y darles algún tipo de explicación, las trabajadoras en su conjunto se trasladaron a la sede del Municipio pidiendo ser oídas. Allí fueron recibidas por el Secretario General y de Coordinación, Edgardo Vilar, quien invitó a un par de ellas a entrar a su despacho, pero al querer NOTICIAS seguir cubriendo los acontecimientos para trasladar la información a la comunidad toda, el funcionario municipal, que recibe su sueldo gracias al aporte que la comunidad de Rojas hace, se negó, diciendo que con nosotros "no hablaba", asi que, para no perjudicar ni empañar el objetivo de las trabajadoras, nos retiramos del lugar y, disculpe usted lector, no podemos informarle qué pasó dentro del despacho, aunque las trabajadoras nos dijeron que Vilar les había prometido que en el transcurso de la semana iba a interiorizarse del tema.
Al día siguiente, desde la Municipalidad se acercó a los medios de prensa locales, la siguiente gacetilla:
« La construcción del Centro Integrador Comunitario en Barrio Progreso, se enmarca en un emprendimiento de carácter nacional, con la participación tanto del Gobierno Nacional como los Provinciales y Municipales, que comprende erigir 250 similares en todo el País.
Alentando la cultura del trabajo, y a mejorar la calidad de vida de muchos, el sistema determina proveer los materiales y contratar la mano de obra a Cooperativas de Trabajo locales.
Así, en el caso particular de Rojas, se constituyeron tres cooperativas con 16 integrantes cada una, conformadas por personas que se encontraban desocupadas o asistidas por planes sociales.
La participación de la Secretaría de Infraestructura y Servicios Públicos y de la Secretaría de la Producción (área Políticas Sectoriales), contribuyó a la conformación de esas cooperativas.
Una vez finalizada esta etapa, se firman varios convenios. Uno de ellos con la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda de la Secretaría de Obras Públicas del Ministerio nacional de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, en el cual figura el monto a abonar por el total de la obra, de $ 780.000,- de los cuales, $ 309.120 son destinados a mano de obra que, dividido por los 48 integrantes de las cooperativas, les representaba una remuneración individual de $ 6.440,-
Dicho monto sería abonado mensualmente, de acuerdo al avance de obra, cuya terminación, de acuerdo al Ministerio, insumiría 8 meses.
Vale consignar que algunos de los integrantes de las cooperativas cobraban previamente un plan "Jefes y Jefas de Hogar", de $ 150,- mensuales. Atendiendo a ello, se resolvió que siguieran percibiéndolo y que aquellos que no lo tenían, cobraran igual monto, a manera de plus, y a cargo de las finanzas municipales.
Todo ello por cuatro horas diarias de trabajo, (incluyendo media hora de descanso), de lunes a viernes.
Importa también mencionar que paralelamente reciben una capacitación ya que los instructores brindan sus conocimientos y orientan los trabajos. Asimismo todos tienen cobertura de seguro por accidentes personales (MAPFRE).
Volviendo al tema remunerativo, retomamos la cifra de $ 6.440,- a cobrar por cada asociado por el trabajo finalizado.
Si concluyera en 8 meses, recibirían $ 805,- por mes; en 10 meses, $ 644,-; en 12 meses, $ 536,-, siempre como promedio general.
A ello, se le deben adicionar los $ 150,- antes explicados.
Ahora bien, al día de hoy, la obra registra un avance del 46 %. En consecuencia han percibido en total, $ 142.200,- o sea $ 2.962,- en seis certificados (o sea $ 495,-, en promedio por mes).
Se deduce entonces, que restan cobrar $ 166.920,- , que representan $ 3.477,- para cada integrante.
Si el resto de la obra concluyese, por ejemplo, en un plazo de tres meses, le correspondería de aquí en más, a cada uno $ 1.159,- por mes. Si, en cambio, la terminación fuera en seis meses, le correspondería a cada uno, $ 580,- por mes.
De la manera que la remuneración mensual dependerá de la celeridad con que avancen los trabajos.
Y aquí vale una cita final. La Municipalidad ha contribuído a lograr el avance a un 46 %, interviniendo en distintas oportunidades, realizando trabajos por su cuenta y a su costo, que en última instancia han significado logros adjudicados a las Cooperativas y sus integrantes.
Las trabajadoras tienen una versión, el Municipio la suya. Lo cierto es que al menos falta explicarle a ciencia clara a estas mujeres la metodología de trabajo que están llevando a cabo.
Por otra parte, no es menos cierto que están realizando un trabajo que no condice con los montos cobrados dado el esfuerzo y sacrificio que llevan adelante.

No hay comentarios: